Una manera poderosa de evocar la compasión, es pensar que los demás son exactamente iguales a uno. "Después de todo", explica el dalai Lama, "todos los seres humanos somos iguales: hechos de carne, huesos y carne humanos. Todos queremos felicidad y queremos evitar el sufrimiento. Además, todos tenemos el mismo derecho a ser felices. En otras palabras, es importante cobrar conciencia de nuestra igualdad en tanto que seres humanos."
Pongamos, por ejemplo, que tiene usted dificultades con una persona amada, igual podría ser su madre, su padre, su marido o su esposa, un amante o un amigo. Le resultará muy útil y revelador considerar a la otra persona no en en su "papel" de madre, padre o marido, sino sencillamente como otro "usted", otro ser humano con los mismos sentimientos que usted, el mismo deseo de felicidad, el mismo miedo al sufrimiento. Concebir a la persona como una persona real, exactamente igual que usted, abrirá su corazón a ella y le permitirá saber mejor como ayudarla.
( " El libro tibetano de la vida y la muerte " - Sogyal Rimpoché )
Pongamos, por ejemplo, que tiene usted dificultades con una persona amada, igual podría ser su madre, su padre, su marido o su esposa, un amante o un amigo. Le resultará muy útil y revelador considerar a la otra persona no en en su "papel" de madre, padre o marido, sino sencillamente como otro "usted", otro ser humano con los mismos sentimientos que usted, el mismo deseo de felicidad, el mismo miedo al sufrimiento. Concebir a la persona como una persona real, exactamente igual que usted, abrirá su corazón a ella y le permitirá saber mejor como ayudarla.
( " El libro tibetano de la vida y la muerte " - Sogyal Rimpoché )
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