
Pongamos, por ejemplo, que tiene usted dificultades con una persona amada, igual podría ser su madre, su padre, su marido o su esposa, un amante o un amigo. Le resultará muy útil y revelador considerar a la otra persona no en en su "papel" de madre, padre o marido, sino sencillamente como otro "usted", otro ser humano con los mismos sentimientos que usted, el mismo deseo de felicidad, el mismo miedo al sufrimiento. Concebir a la persona como una persona real, exactamente igual que usted, abrirá su corazón a ella y le permitirá saber mejor como ayudarla.
( " El libro tibetano de la vida y la muerte " - Sogyal Rimpoché )
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